martes, 26 de mayo de 2015

Alimentacion e Higiene



ALIMENTACIÓN

Los gatos son absolutamente carnívoros. En su estado salvaje se alimentan de pequeñas presas que cazan a lo largo del día o la noche (desde saltamontes y mariposas, a roedores y pajaritos). Por lo tanto, realizan muchas pequeñas comidas con relativa frecuencia. Que nuestro gato se ponga como loco a correr y saltar detrás de una polilla, para luego disfrutar de ese gustoso apetitivo, no debería asombrarnos, ya que forma parte de su dieta natural. Seguro que agradecemos la existencia de buenas dietas comerciales, tanto de pienso seco como alimento enlatado, para darles de comer. Los alimentos de calidad se comercializan solamente en clínicas veterinarias o tiendas especializadas. Son ligeramente más caros que los que se encuentran habitualmente en los supermercados, pero existe también una gran diferencia en cuanto a la calidad de producto. Además, un gato no ingiere grandes cantidades de alimento y no  supone ningún gasto económico excesivo. 
Todos estos alimentos se encuentran tanto enlatados como en pienso seco. Suelen aceptarse más los alimentos enlatados, pero son más económicos los envases de pienso seco. ¿Por qué no combinar ambos? Podemos dejarle a nuestro gato siempre acceso a pienso seco, que coma cuando le apetezca y de vez en cuando, regalarle una lata para variar. También podemos acostumbrarles a comer dos o tres veces al día. Esto puede ser interesante cuando tenemos más de un gato y a alguno en concreto hay que darle una dieta especial. A los gatos les cuesta mucho esfuerzo conseguir alimentarse diariamente cuando viven en libertad. Deben de realizar muchos intentos, no siempre con éxito, para obtener su comida. Al tener el comedero todo el día a su disposición les privamos de esta diversión.
Os podéis dejar sorprender de las habilidades olfativas de vuestro gato escondiendo parte de su ración diaria por los sitios más recónditos de vuestra casa. ¡Ya veréis que las bolitas de pienso que habéis escondido, han desaparecido cuando volváis a casa de trabajar.

HIGIENE

Al gato, por instinto, le gusta enterrar sus excrementos. Por ello resulta sencillo acostumbrarlo a hacer sus necesidades siempre en el mismo sitio. Sólo es necesario que le proporcionemos una bandeja llena de arena absorbente, y le enseñemos el lugar donde la hemos colocado. La bandeja no debe estar al lado de su comedero, sino preferiblemente en otra habitación a la que siempre tenga acceso y sea relativamente tranquila. El baño es una buena opción. Creemos oportuno recordaros que los gatos en el exterior no depositan sus heces en el mismo lugar que la orina. La mayoría de los gatos de interior no muestran ningún problema al tener sólo una bandeja para las dos cosas, pero si tenéis espacio en casa, podrías pensar en tener dos bandejas de arena. Este punto es muy importante en casas donde conviven varios gatos. Aquí es realmente indispensable que dispongan de varias bandejas para la arena, lo ideal es una bandeja por cada gato. Existen bandejas abiertas, con tapa, con trampilla para entrar, y modelos realmente sofisticados. La bandeja ideal es una amplia bandeja abierta y sencilla. Suele ser la que más les gusta a todos los gatos, pero muchos se acostumbran también a las cerradas. Debemos limpiar la bandeja con regularidad, mínimo una vez al día, ya que a los gatos no les gusta pisar sus excrementos cuando vuelven a utilizarla. 


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